viernes, 19 de septiembre de 2014

CONOCIENDO A NUESTROS LEGISLADORES. HOY LA SENADORA NACIONAL POR MISIONES SANDRA GIMENEZ, DEL FPV.

Con estas líneas damos inicio a la columna “Conociendo a nuestros legisladores”. Desde esta sección intentaremos lograr un acercamiento a la personalidad y accionar de diferentes dirigentes políticos que han accedido a cargos legislativos y tiene autoria de proyectos de ley que pueden incidir sobre nuestras libertades.
Dra. Sandra Giménez, Senadora Nacional por Misiones del Frente para la Victoria. Autora del proyecto de restricción a internet. A lo largo de su carrera ha desempeñado diferentes cargos públicos y siempre se ha desempeñado en la función publica.
Hoy, a manera de presentación, conoceremos a la Senadora por la provincia de Misiones, Dra. Sandra Giménez, del Frente para la Victoria que además de ser coterranea de ese gran humanista que es el Gobernador Maurice Closs, se ha hecho conocida por un interesante proyecto de ley que avanza sobre las libertades de los ciudadanos en la elección de los contenidos de internet que son de su preferencia.
El proyecto en cuestión puede bajarse de este lynk:
En términos generales el proyecto tiene por objeto obligar a las empresas que ofrecen el servicio de internet a usuarios finales, la instalación de filtros que permitan bloquear el acceso a la lista de sitios de acceso restringido que determine la Comisión Nacional de Comunicaciones.
Una vez más vemos aparecer solapado en un proyecto de ley el sello del autoritarismo facista que ha sabido distinguir al FPV durante la última década.
La mecánica del proyecto es ciertamente perversa, ya que no se trata de que los proveedores estén obligados a brindar a los usuarios los filtros necesarios para bloquear sites que entiendan conflictivos de acuerdo con los parámetros que individualmente cada consumidor considere conflictivo, algo absolutamente legitimo, máxime cuando existen menores en los hogares que puede tener acceso a contenido conflictivos.
Por el contrario, los sites objetados serán determinados por el Poder Ejecutivo a través de la Comisión Nacional de Comunicaciones, algo así como el Alto Comisariato de la Libertad de Expresión cuya capacidad superior reemplazara a las decisiones de los individuos. Una suerte de Gran Hermano de contenidos.
El proyecto no tiene desperdicio porque de manera oblicua permitirá armar un listado de los consumidores de los sites que hayan sido objetados por aquella Comisión, el artículo 3° del anteproyecto señala que “aquellos usuarios del servicio de acceso a internet que decidan no bloquear los sitios de acceso restringido deberán solicitar expresamente y por escrito al proveedor de acceso a internet que no le sea instalado el filtro”.
El proyecto se ha fundado en la lucha contra la pornografía y la necesidad de proteger a las familias y a los niños sobre los contenidos de internet.
Lamento arruinar esta brillante idea de una mente afligida por la pornografía y señalarle que su proyecto huele mal.
Lo que usted propone es censura señora Senadora Giménez, no se pueden ni se deben elaborar listas negras de contenidos de internet y menos aún legislar para que los proveedores del servicio lo brinden limitado a los consumidores en función de elecciones que efectúa el gobierno.
Como bien ha señalado usted en una entrevista sobre esta cuestión, la pornografía infantil está tipificada como delito en el Código Penal, quizás una buena idea para su represión sea aumentar el presupuesto del Ministerio Público y que los fiscales puedan investigar estos temas sin temor a que pretendan desafectarlos de sus cargos si se encuentran con algún empresario oficialista.
Muy distinto sería que esa Comisión a la que refiere el proyecto de ley elabore un listado de sitios dedicados a la pornografía donde figuren aquellos donde se ha detectado la existencia de menores de edad y los argentinos puedan restringir direcciones de esa especie. Pero prohibir mediante filtros obligatorios todos los sitios de pornografía viola varías garantías constitucionales y exigir habilitación de contenidos por escrito es una aberración propia de un estado policiaco. Es una aberración porque hoy se trata de pornografía, que mientras sea practicada por adultos y consumida por adultos no presenta ninguna objeción legal ni moral, pero mañana puede tratarse de otros contenidos vinculados con información extranjera sobre nuestro país o radios opositoras o blogs críticos al gobierno como pretende ser éste o el acceso a programas televisivos que se repiten por internet.
Senadora, no le vendría mal una clase sobre libertad de prensa sin censura previa, y si quiere ayudar a nuestros niños, preocúpese un poco más por la educación en la Argentina, en lugar de estas trasnochadas.

Porque será que a los Argentinos nos cuesta tanto ser libres y que cuando se presentan estos problemas la única salida que encuentran la mayoría de los legisladores es restringir la libertad del ciudadano.

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