Uno de los grandes problemas de nuestra sociedad
actual es que se ha acostumbrado a la violación de su derecho a la intimidad,
de su esfera de privacidad vital e inalienable, por parte del Estado.
De manera gradual y en la última década con
cierta brutalidad y prepotencia el Gobierno nacional ha avanzado sobre la
información de los ciudadanos por diversos medios de recolección. Ya han pasado
la viejas épocas del peronismo prehistórico donde existían los encargados de
manzana que daban cuenta de los movimientos de vecinos. Transitamos una nueva
etapa de la humanidad, una etapa tecnológica que trae aparejadas tantas
ventajas como desventajas. De paso te pregunto ¿has protegido la dirección IP
de tu notebook? OJO.
www.noip.org.com es un site que te provee gratuitamente la versión básica de un programa de IP dinámica que protege a tu computadora de ser identificada por particulares o por espías. |
La contracara de este avance sobre la privacidad
de los individuos ha sido una negativa constante a la sanción de una ley de
acceso a la información pública como herramienta de control sobre las conductas
estatales por parte de la comunidad. Además hay que agregar el desmantelamiento
o la anulación de todos los organismos de control administrativo como la Auditoria General
de la Nación –AGN-,
el Defensor del Pueblo de la
Nación y por supuesto el manejo escandaloso del ministerio Público
Fiscal –PGN- y de la Unidad
de Información Financiera –UIF-.
Esta discrecionalidad, rayana en la arbitrariedad,
ha sido de tal magnitud que la ONG
Asociación por los Derechos Civiles –ADC- debió demandar y
llevar ante la Corte Suprema
de Justicia de la Nación
al PAMI para poder conocer el gasto de la pauta publicitaria de ese organismo
administrativo. En aquella oportunidad el Dr. Hernán Gullco, en una exposición
brillante, requirió en audiencia pública a los Ministros de ese tribunal que
establecieran un estándar inteligible en virtud del cual los argentinos
pudieramos hacer uso del control republicano que implica conocer en que gasta
el Estado el patrimonio común de los tributos de los habitantes del país o acceder
a cualquier otro tipo de información que haga a la cosa pública.
La deformación producida por el endiosamiento
del Estado bajo una falsa concepción paternalista impuesta durante los últimos
12 años por el gobierno kirchnerista, ha tenido como costo político una
discrecionalidad escandalosa en la utilización de los fondos de patrimonio
estatal y una necesidad imperiosa de mayor control sobre la disposición de los
patrimonios privados.
Y como es lógico, si el Estado es bueno, es un
padre que nos protege a todos en todo momento, como se nos puede ocurrir dudar
y querer saber que hace con los fondos que administra. Proponer una idea de
esta especie es casi un acto terrorista.
Existe una relación directa entre la
discrecionalidad en el gasto público y las restricciones indirectas a la
privacidad que sufrimos los argentinos. La ecuación es muy fácil, mientras
mayor sea la información que maneja el Estado de los habitantes, mayor es la
posibilidad de disponer de sus bienes de manera directa e indirecta y de
presionar a los individuos para que asuman tal o cual conducta.
Sólo así se entiende la voracidad de información
que tiene la AFIP ,
la ANSES , Migraciones
o la Aduana. Para
que necesita saber el Estado en que gasto mis ingresos si lo único que debiera
importarle es que haya pagado los tributos proporcionales a la declaración jurada
patrimonial que se me exige.
Que necesidad tiene el Estado de saber cuanto
gasto en el supermercado obligando a dichos comercios a evitar facturar por mas
de 1000 pesos, lo que conduce en la actual decadencia del sistema económico
argentino a unos U$S 62,50 -he tomado el valor del dólar libre a $16 por cada 1
U$S- o, peor aún, para que quiere saber mis gastos de tarjeta de crédito de
donde se debitan la prepaga del grupo familiar, sus gastos en
supermercado, librerías, gastronomía o datos más sensibles en la actualidad
como pueden ser las suscripciones a publicaciones y periódicos pertenecientes a
la corpo. Ni hablar si algún iluso para un hotel alojamiento con esa tarjeta,
seria como sacar el gordo de navidad.
El Estado te vigila en las redes sociales, no critiques a CFKK |
El gobierno kirchnerista con la honestidad
brutalidad de las dictaduras, acostumbradas a la impunidad, ha reconocido hace
pocas semanas que realiza actividades de inteligencia interior al controlar las
redes sociales, algo que esta absolutamente prohibido por la ley.
Hoy nuevamente el régimen ha elevado la
manecilla del gas para que el agua que hierve a la rana se caliente un poco más.
La Administración
Federal de Ingresos Públicos nos ha dado a conocer que
quienes viajen al exterior deberán contestar 32 preguntas sobre cuestiones
vinculadas al viaje, gastos, fondos, etc. Preguntas ciertamente ridículas a los
efectos tributarios. Poco después el manda más de ese organismo de represión
kirchnerista se apuro a declarar, para tranquilidad de los ilusos y preocupación
del resto, que esas preguntas se instrumentaban a través de la AFIP pero que eran para la Secretaria de Migraciones.
Pocos han tomado consciencia de la enorme
cantidad de información que maneja el Estado respecto de cada uno de nosotros.
No basta para esa magnitud de datos contar con
el “habeas data” como herramienta de la garantía de la privacidad, poco puede
ayudar ese proceso especial para frenar a un gobierno acostumbrado a la
impunidad y al que seguramente no le hará mella una orden judicial para exponer
la totalidad de la información que posea de un individuo particular.
La situación es muy grave porque afecta
directamente el ámbito más privado de cualquiera de nosotros, nuestra
intimidad, nuestro espacio de recogimiento.
No se ustedes, pero me molesta muchísimo la
intromisión del Estado en mis decisiones personales y no estoy dispuesto a
regalar el artículo 19 de la Constitución
Nacional a una banda encaramada en el poder.
Ministro Axel Kicillof y Ricardo Echegaray |
Las diputadas nacionales Laura Alonso y Patricia
Bullrich rápidamente tomaron la iniciativa y citaron a Ricardo Echegaray a la Cámara de Diputados para
que de explicaciones, sin embargo ellas solas no podrán detener este avance
sobre la privacidad, es menester que todos aquellos que tengamos pensado
viajar, oportunamente articulemos una acción de amparo planteando la
inconstitucionalidad de esta medida restrictiva del derecho a la privacidad.
Recordemos que cada uno de nosotros desde su
individualidad somos quienes estamos mejor posicionados para defender nuestros
derechos constitucionales.