jueves, 15 de noviembre de 2012

ADICCION O VIRTUD, LA DISYUNTIVA DE HIERRO.


El Per Saltum se ha convertido en ley del Congreso. La necesidad política circunstancial se impuso sobre la cordura y el sentido común. Una vez más la mayor parte de nuestros legisladores han decidido sacrificar la independencia de los poderes por intereses políticos circunstanciales y lo han reconocido expresamente, el pudor ha muerto en la Argentina.

Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

Ahora ha llegado el momento de la Corte Suprema. El oficialismo, acostumbrado a ser juez y parte y a legislar en beneficio de sus necesidades en lugar del bien común, se ha asegurado saltear a la Cámara Civil y Comercial Federal para llevar directo a los estrados del Tribunal Constitucional su batalla final por el control de los medios de comunicación.
La libertad de expresión corre peligro. No es una novedad. Detrás del desguase de un grupo económico cuya suerte poco importa se esconde el control de Internet y de la forma más moderna y revolucionaria de preservar la libertad, entonces, ya no es la prensa libre la que esta en peligro, sino todo tipo de libertad de expresión, incluso la coloquial o la artistica.
Sabatella y Cherei, dos conversos al kirchnerismo.
Lo han anticipado esta semana. El kirchnerismo siempre avisa y lo dijeron desde la AFSCA, van a controlar contenidos, poco importa que ahora lo nieguen, los hombres somos amos de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras.
La gran pregunta es si la Corte Suprema tendrá el valor de estar a la altura de las circunstancias. Si tendrá la valentía de asumir su rol institucional de último intérprete de la Constitución Nacional y guardián de los derechos y garantías de los argentinos, coo ella misma se ha definido en sus decisiones, ¿pondrá un freno al avance de un régimen que amenaza con asfixiar a los argentinos como nadie lo ha hecho con anterioridad? Quiero tener fe, la verdad me cuesta, pero no pierdo las esperanzas.
Anestesiados con el relato de la dictadura y los derechos humanos violados en la década de los ’80, nos han hecho creer que la violencia es una necesidad sine qua non de los regimenes autoritarios, pero no es así.
Este gobierno que se llena la boca con la palabra democracia, no acepta divergencias, cualquier crítica es automáticamente estigmatizada como desestabilizante, ultra conservadora y derechosa; cualquier manifestación de independencia del poder judicial es perseguida hasta su anulación.
La verdad es que son pocos los jueces que están preparados para resistir los embates y las bajezas a que están acostumbrados muchos políticos, salvo excepciones por todos conocidas que comparten esos caracteres, los magistrados cultivan otro perfil.
Esa diferencia esta presente en las renuncias de Torti, Tettamanti, Farrell y Kiernan, esta latente en la licencia de Recondo o en la dignidad de la jueza Sarmiento.
En este esquema, la oposición no logra reaccionar del aturdimiento que le ha producido la fuerza destructiva del kirchnerismo y se presenta ineficaz para establecer un freno a la destrucción de las instituciones republicanas. La oposición aun esta dominada por los egos personales, no toman consciencia de la necesidad de trabajar sobre los denominadores comunes, sobre la preservación de la república como ultima frontera a esta especie de neodictadura latinioamericana.
La mejor síntesis de la realidad que nos toca vivir la he oído de boca de la denostada Elisa Carrió cuando afirmó que la “...democracia sin República es Facismo, porque es la imposición de la voluntad de la mayoría sobre las minorías”.
Es verdad, a la mayoría se le entrega el gobierno, es la regla de democracia, pero no puede hacer lo que quiera con ese poder, esta reglado, es limitado, eso es la república, fracciones, porciones de poder para que nadie tenga dominio sobre la vida y la fortuna de los argentinos, algo que hoy se ha perdido.
El gobierno argentino es un poder que peligrosamente se acerca a una posición que se encuentra al margen de la ley, esta recorriendo lo limites del artículo 29 de la Constitución Nacional.
Cuando la Corte Suprema resuelva el recurso de Per Saltum, que ya debe tener redactado el kirchnerismo, no estará resolviendo el caso del Grupo Clarín, estará resolviendo el futuro de las instituciones en la Argentina, resolverá si seremos libres o estaremos atados al relato, resolverá si realmente es un poder independiente y el último garante de la Constitución Nacional o un mero cuerpo colegiado de narradores, sin más trascendencia que la de legitimar las ambiciones desmedidas de un poder arrollador, omnímodo que nada respeta.
Mientras tanto el pueblo espera que se defina su futuro, pero ese pueblo ahora es conciente de su fuerza, el #8N fue revelador, hay miles, millones de argentinos que pueden enojarse aun más y que están dispuestos a salir a la calle para evitar que se los lleven puestos cuando vengan por todo.

4 comentarios:

  1. Sin deperdicio !!! la sociedad espera que la CSJ esté a la altura de las circunstancias...... espero que no sea ingenuidad .. UN ABRAZO

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  2. vos sabes que estaremos juntos ese día y que seremos muchos, otro abrazo

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  3. La lógica del Cristinismo es la verse con poco actores y tratar de ganar en la mesa de negociaciones. Odia las multitudes, a las que - a menos que sean las manipuladas por ellos- denominan "zombis". Demasiados jueces, no todos controlables, es para esta lógica un enemigo a vencer. Los jueces, sobre todo si son honestos, no suelen disponerse a cumplir ordenes de ningun gobierno. No es esa la función de la Justicia. Eso es inadmisble para la filosofía del "vamos por todo". Así se llega al Per Asaltum. Aunque la Corte Suprema no necesariamente es un Vatayon militante del Cristinismo, es, al menos un órgano con pocos miembros. Se puede "negociar" con ella, a diferencia de los imprevisibles jueces, a los cuales es dificil disciplinar. Con un Zaffaroni apto para todo servicio y un Lorenzetti maleable, tendrán que trabajar solo para conseguir tres votos más. No es mucho, en este reino del apriete y la corrupción. En vez de multitud de jueces imprevisibles, tres , solo tres personas (con sus debilidades) para ablandar. Ese es el juego

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  4. El apriete esta a la orden del día, sin embargo tengo fe en dos, eso significa que quedan tres, solo es necesario uno más.

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